Son más baratos que los herméticos, ideales para quienes buscan una opción funcional sin gastar mucho.
Perfectos para uso diario en casa, especialmente para guardar alimentos secos o porciones pequeñas.
Ideales para guardar comida mientras cocinas, llevar snacks o almacenar sobrantes por poco tiempo.
Su diseño sencillo permite apilarlos con facilidad, ahorrando espacio en la nevera o alacena.
Sin mecanismos complicados ni sellos de silicona, basta con un lavado básico.